sábado, 9 de marzo de 2013

Gestión Monetaria: El Juego de las Caras


Generalmente, en los cursos de trading nos explican que tener éxito invirtiendo no sólo depende de que utilicemos una estrategia con esperanza positiva, sino que igual de importantes son la gestión monetaria y el control de las emociones, las famosas tres Ms (Mind, Method, Money) de las que habla Alexander Elder en su libro Vivir del Trading. Sin embargo, y por mucho que nos lo repitan, al final acabamos poniendo todos nuestros esfuerzos en encontrar la mejor estrategia, y nos olvidamos de las otras dos componentes del éxito.

Para poner de relieve la importancia de la gestión monetaria y del control de las emociones, me gustaría hablar en esta ocasión de un juego que se celebra todos los Viernes Santo en la pequeña localidad de Calzada de Calatrava (Ciudad Real). El llamado “Juego de las Caras”. Las Caras es un juego de azar en el que los ciudadanos se juegan dinero de verdad (y mucho). La gente que quiere participar en el juego se coloca alrededor de un corro, y en el centro del mismo se coloca una persona que actúa como “banca”. Cada persona alrededor del corro apuesta una determinada cantidad de dinero que la banca debe cubrir. A continuación se lanzan dos monedas. Si salen dos cruces ganan los apostantes; si salen dos caras gana la banca; y si sale cara y cruz, se repite el lanzamiento. Como se puede observar la probabilidad de ganar en este juego es del 50%, y no existe ninguna estrategia que pueda mejorar este porcentaje. Y sin embargo, a la larga gana la banca. ¿Cómo es posible esto?


El primer problema es que la gente suele gestionar mal el dinero. Si dispongo de 50 euros, los apuesto en su totalidad, y salen caras, pierdo todo el dinero y el juego se acabó para mi. Pero aunque sepa gestionar mejor el dinero y apueste de 10 en 10 euros da igual, a poco que tenga una racha bajista (no tienen por que ser las 5 perdidas consecutivas necesariamente, sino un drawdown de 5) lo he perdido todo. Es decir, el que tiene más dinero, tiene más posibilidades de ganar. Y la banca suele tener mucho más dinero que cualquier jugador individual (en la práctica juntan su dinero varias personas para actuar de banca).

El segundo es que la gente no controla sus emociones: ambición y miedo. Son muchos los que después de tres ganancias consecutivas se creen que están en “racha” y quintuplican su apuesta de golpe, perdiendo todo lo que había ganado, y más. Y más difícil de controlar es la contraria, el miedo. Después de tres pérdidas consecutivas la gente decide darse un “descanso” para comprobar con desesperación cómo en las tres siguientes tandas salen cruces. Nótese que la banca no tiene este problema, porque está obligada a cubrir todas las apuestas, luego no puede verse influida por la ambición y el miedo.

Y finalmente está el tema de la diversificación. Nosotros como jugadores individuales no tenemos posibilidad de diversificar nuestras apuestas. Sin embargo la banca está jugando contra jugadores que tiene poco dinero y jugadores que tienen algo más, jugadores que saben gestionar sus apuestas y jugadores que no, y jugadores que a veces se dejan guiar por la ambición y el miedo y a veces no. La banca sí que está diversificando sus apuestas de manera efectiva.

Mi recomendación, por si alguien quiere ser banca este Viernes Santo, es estimar el número medio de jugadores de un corro y la apuesta media por jugador, multiplicar ambos valores y el resultado volverlo a multiplicar por 150. Y si disponéis de ese capital, ¡negocio seguro!

Nos vemos en Las Caras.

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